Ya empiezan nuestros buzones a recibir catálogos de juguetes con una amplia variedad de artículos para elegir el regalo que traerán los Reyes Magos… al grito de ¡lo quiero! y ¡me lo pido!, los más peques rellenan una larga carta de deseos. Y después de esto llega nuestro turno… ¿Cuál o cuáles elegimos? bien por su precio, por ser el más adecuado para su edad, por ser el más didáctico, por su utilidad, etc, decidimos, pero… ¿estaremos eligiendo bien?
La Asociación de Investigación de la Industria del Juguete (AIJU) nos ofrece un listado de errores comunes para evitar comprar juguetes inapropiados estas Navidades:
Envase, etiquetado y seguridad del regalo
No debemos pasar por alto ninguna de estas tres cuestiones. Es cierto que tenemos la costumbre, en muchas ocasiones, de abrir algo y experimentar a ver cómo funciona y acabar haciendo un uso “intuitivo” del mismo, en lugar de leer las instrucciones y advertencias, ya sea un juguete o una batidora. Pero en el caso de los juguetes, principalmente el mal uso puede ser peligroso para el niño, especialmente si es menor de tres años.
Respetar la edad recomendada
Aunque pensemos que el niño es muy listo, no debemos olvidar que los juguetes están recomendados por edades, entre otras cosas, porque corresponden con su etapa de crecimiento. Un niño con un juguete demasiado complejo puede frustrarse y el juguete acabará irremediablemente olvidado en el fondo del armario. Al igual que un juguete demasiado sencillo, que acabará en el mismo lugar. Démosle juguetes aptos para su edad ya que el juguete es sólo un medio, y lo verdaderamente importante es el juego.
Regalos que transmiten valores no deseados
Sexismo, racismo, violencia… Si nos esforzamos por transmitirles unos principios y valores, no lo echemos a perder con un juguete inadecuado. Pero no me malinterpretéis, si una niña quiere un kit de limpieza, no se lo niegues, los niños siempre tratan de imitar a sus mayores y eso no es malo, el problema estaría en que el niño lo pida y le regales un balón.
Juguetes demasiado instructivos
Está muy bien que queramos que aprendan jugando, pero siempre que hablemos de un juego divertido. Si este no lo es, por muy didáctico que sea, no cumple su cometido.
Juguetes que no fomentan el juego
En la publicidad vemos juguetes espectaculares, juguetes todoterreno que hacen mil cosas, pero ¿qué hace el niño? se convierte en un mero espectador. Por lo tanto, si no hay interactividad por parte del niño, no es aconsejable. Además, es muy probable que acabe arrinconado en el olvido.
Dejarse llevar por la publicidad
Los niños se sorprenden con mucha facilidad y la publicidad en televisión en este sentido juega con ventaja; debemos hacerles ver que no siempre los artículos son lo que parecen y nosotros por nuestra parte ser más críticos, transmitírselo a ellos e informarnos de los mismos por otros canales antes de comprarlos.
Comprar juguetes en establecimiento no especializados o demasiado baratos
No hablamos de desaprovechar las ofertas, sino de comprar artículos que sean demasiado baratos, porque probablemente no cumplan con la normativa europea y tengan problemas de seguridad, usabilidad, etc. Además, en lugares especializados podrán atender nuestras reclamaciones o informarnos y recomendarnos adecuadamente.
Excesivos regalos
Por muy larga que sea la lista de deseos, una gran cantidad de juguetes o regalos sólo fomentará actitudes muy poco favorables. Hablamos de capricho, aburrimiento, incluso puede llegar hasta el desorden y falta de interés por conservarlos.